lunes, 17 de octubre de 2011

Versos malos sueltos

El vino triste
Pagué todas mis deudas con vicios
El mundo es una botella
donde escupimos todos los borrachos
Deja al pasado reencontrar su cuerpo
fui casado como un animal
como una canción de amor
Las balas en el pecho
y en las memorias
todas tienen un poco de placer y dolor
del espejo saco tu figura
lo acomodo junto a mi
en la trinchera de tu recuerdo
no puedo pelear solo
la soledad de un hombre es el paisaje

viernes, 12 de agosto de 2011

Cambiar es natural, de la noche a la mañana no. Y es admirable para quien lo hace sin saber el dolor que conlleva. La soledad es una situación tan necesaria, despertar la soledad no. El pasado es una prisión dolorosa, una guerra continua con el porvenir, pero tenerlo anclado bien dentro es la autodestrucción, la memoria es un pequeño cuarto instalado en la cabeza con vista hacia el exterior. Ser significado y no significante. Nosotros no vamos hacia el tiempo, el tiempo viene hacia nosotros.
Ciertas situaciones en ciertos momentos, la práctica hace al cobarde, rebotar lo ajeno y enfrentarse a sí mismo. Sincerarse. Recuperar sensaciones no es avanzar. La paz es algo desastroso, al igual que la culpa. Todos somos unos monstruos asquerosos, pero pequeños, nunca seremos grandes monstruos.

"La confusión es el dios
la locura es el dios

la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.

La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser."

martes, 17 de mayo de 2011

A veces
pareciera
que te fuiste

Estás
entre toda esta gente
viéndote la cara
y temblando.
Hace poco estaba subiendo un cerro, estaba despejado y no cansaba caminar 7 kilómetros. Estaba feliz con ellos, nos reíamos harto. A mitad de camino paramos para almorzar, yo comía arroz con hamburguesas y cuando miraba hacia un lado habían baños como los del parque botánico, todo era impotentemente feliz. Cuando nos acercábamos a la orilla se veía Santiago como se ve Springfield en el ending de los Simpsons.
Siguió el viaje, en la próxima orilla estábamos sobre las nubes yo me reía
de lo que era estar solo.
La felicidad está.